Una explicación de porqué esta guerra aún la está ganando el COVID19
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Imagen de Revista El Jueves |
Por deformación académica y profesional,
me gusta observar a la gente, interpretar sus comportamientos sociales . Hoy me
ha dado por hacer un pequeño “auto-experimeinto sociológico” tras ver la cantidad de
personas que en la calle no llevaban mascarillas o las llevaban atadas al codo
o colgada de una oreja. Así sin
vergüenza alguna.
En el trayecto que he escogido en el centro de Córdoba de unos 600 metros
alrededor de 1/3 parte de las personas con las que me he cruzado no llevaban la
mascarillas puestas en la boca.
Mi indignación crecía mientras iba
pensando que todas estas personas poseen conciencia y memoria, están en pleno
uso de sus facultades, han sido educadas
para vivir en sociedad. Es decir son plenamente conscientes de que en este país
venimos de enterrar hace unas semanas a más más de 30.000 personas y 250.000 han estado
infectadas por un virus que sigue ente nosotros., con hospitales saturados, y sanitarios extasiados.
Esta guerra la va ganando el COVID19
porque el virus como dicen en mi tierra tiene “más conocimiento” que muchas personas .
El virus sabe como atacar, y mucha gente no sabe defenderse . Piensan que la
mascarillas es un amuleto como quien se pone una cruz en el cuello o la figura
de un santo para protegerse de los males que no se ven.
Y en ese proceso de intentar buscar explicación
racional y científica a lo que veo, se me aparece Darwin. En su libro de “El origen de las
especies “ relata como existe una selección natural de las mismas como
consecuencia de su capacidad de competir entre ellas y de adaptarse a la
naturaleza.
Cuando uno percibe esta mañana la insensatez
de este 30% de viandantes ha añorado a Darwin,. Pero inmediatamente he vuelto al desánimo ya que el problema
es que todos somos de la misma especie, nosotros y estos egoístas que pasan de cumplir unas normas mínimas , normas que no son nada
complejas de poner en practica y además económicamente baratas. El drama es que no van a caer solamente ellos, los
inconscientes, van a arrastrar a decenas de miles de personas
vulnerables, responsables e inocentes.
Mientras tanto el Consejero de Sanidad
Andaluz ha dejado entrever que alguna ciudad puede volver al confinamiento , y
el Ministro de Sanidad avisa en el mismo sentido a nivel estatal.
El siguiente paso es apelar a Montesquieu
y al valor del Estado y de la Ley para asegurar la libertad y el bienestar de
las personas, a través de sus derechos básicos. ¿Donde están las autoridades ? ¿ Ésto no era una guerra que estábamos librando
contra un enemigo tan sutil y peligroso?, o ¿ Es que hemos declarado una tregua
sin contar con el enemigo, para irnos a los chiringuitos y a las playas?
Cuanto más se necesita la labor vigilante y la autoridad del Estado más impune se visualiza el despotismo social de “hago lo que me da la gana”. ¿ Porqué? ¿ Existe alguna explicación? Mientras observo en la calle las caras de estos sujetos se me ocurren varias respuestas que podría usarlas para un sondeo de opinión :
Cuanto más se necesita la labor vigilante y la autoridad del Estado más impune se visualiza el despotismo social de “hago lo que me da la gana”. ¿ Porqué? ¿ Existe alguna explicación? Mientras observo en la calle las caras de estos sujetos se me ocurren varias respuestas que podría usarlas para un sondeo de opinión :
No me pongo la mascarilla porque:
a) Soy mas chulo que nadie
b) El COVID 19 lo combato bebiendo lejía.
c) Pedro Sanchez y “ el Coletas” , junto
con el 5G non han metido el bicho
d)
Ésto con unos aplausos en los balcones y una rojigualda bien ondeada se soluciona
e) No sé cual es la capital de Portugal
pero de esto sé mas que Fernando Simón.
El Estado y las autoridades públicas
están demostrando cierta inhibición, relajación. A excepción de Ministro de Sanidad con sus
limitadas competencias, la vigilancia por hacer cumplir es muy cuestionable. Del Ministro
Illa sólo puedo agradecer la labor que está haciendo o le dejan hacer .
La impunidad con la que se pasean y ocupan los
espacios públicos personas de todas las edades sin medidas de protección invitan
a otras a hacer lo mismo, la relajación se transmite de forma acelerada y los resultados ya se están viendo, y son
preocupantes. Se precisan normas que obliguen , no "recomendaciones" , mayor control social y determinación por hacerlas cumplir.
No hay campañas institucionales de concienciación en los medios de comunicación. Si las hay para evitar los accidentes en carretera, contra la
Violencia Machista, para no fumar, para proteger los bosques ¿Donde están las campañas que se necesitan ahora?
El siguiente sería Robespierr.. Pero
mejor no pensar en él, hay cada vez más razones para ello.
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