En nuestra conciencia colectiva ya nos han mentalizado que una barra abierta es más importante que una UCI llena.
![]() |
Foto del Diario ABC |
Cuando aún no se ha bajado ni mucho menos
de niveles mínimamente aceptables de contagios del COVID, cuando apenas hace
unas semanas se abrieron muchas restricciones para poder pasar unas Navidades
llenas de felicitaciones, cotillones privados y comidas familiares ,
sabiendo que iba a costar miles de muertos, cuando todo eso se sabía y se dejó
hacer... Cuando ayer murieron 500 personas,y esta semana 3.000 cuando las UCI siguen llenas y lxs
sanitarixs extasiadxs, cuando ya no hay aplausos porque se ha logrado que se
invisibilizar el sufrimiento, la muerte y que se normalice este drama…. Cuando todo
esto ocurre, las administraciones publicas vuelven a lanzar mensajes de flexibilización
de medidas COVID con el único propósito
de salvar la economía de este país una vez más.
Y es que cuando se habla de “economía” en
los medios de comunicación, todo queda reducido a un bar o restaurante . Son el factor fundamental sobre el que pivota el termómetro de la
economía española. Hay comunidades autónomas que se han lanzado a la apertura de los
mismos con tasas muy superiores por las que se pedía la intervención de la
Comunidad de Madrid porque su Presidenta no cerraba perimetralmente sus
localidades con 500 contagios por 100.000 habitantes. Con mas de 600, Castilla la Mancha ha abierto la
movilidad intermunicipal , y levantado restricciones a estos locales, por ejemplo.
Que este Gobierno sea preso de los
grandes poderes económicos como relatan algunas organizaciones políticas, es
una cosa, pero que sus decisiones estén condicionadas por el sector hostelero, los bares y
sus presiones dice muy poco de la autoridad política y económica que debe
ejercer, e instrumentos tiene de sobra .Y también para debatir con ellos y proporcionar ayudas y compensaciones , como a cualquier sector económico que lo pasa mal en esta crisis.
Somos un bar, al lado de un cementerio .
El dueño del bar abre todos los días para que los clientes entren mientras pasan por su puerta varias comitivas de difuntos que han muerto sólos sin
nadie a su lado y entubados .
Nos han convertido en eso. Socialmente las muertes ya no duelen porque no se muestran ( no se quiere) , duele el bar cerrado que está enfrente de casa. Un año después de que llegara la pandemia ni siquiera hay intención de transformar nuestro modelo hacia otro más moderno, sostenible y productivo. Porque el debate social se dirige a la " Ley Trans", en que si la infanta se va a Gales a estudiar, o en los “presos políticos catalanes” . Debates alejados de la vida real por quien no tienen necesidad de mirar su cuenta de ahorros a final de mes para ver si puede pagar la luz o el alquiler.
Un año despues la OMS no deja de advertirnos, un año después los oncólogos advierten que el 20% de los tumores cancerígenos se van a diagnosticar tarde por el colapso sanitario. Pero aquí ya estamos pensando si se va a poder desempolvar el traje de nazareno, como hace unas semanas si podiamos cenar con la familia en Nochebuena, o irme a la playa en Agosto.
Y para seguir así y callarnos,están los
140.000 millones de euros que nos va a llegar la UE, para seguir siendo ese
enorme bar, esa tranquila bonita fonda o espectacular chiringuito que dé descanso a
honorables ciudadanos del norte de Europa en sus semanas de descanso .
Dinero, que como los anuncios de crédito rápido de televisión tiene su letra pequeña y que pasa a velocidad rápida para que no puedas leer, pero que ahí está.
Cierro con este tema simpático de Daniel el Higiénico .
Comentarios
Publicar un comentario